El referente de Proyecto Sur, “Pino” Solanas, rechazó el anuncio de la instalación de siete bases norteamericanas en Colombia. En el mismo sentido, Mario Mazzitelli advirtió que los objetivos norteamericanos son "el acceso a las riquezas naturales de América Latina" y "desestabilizar a los gobiernos nacionalistas, progresistas, populares o de izquierda de la región."
“¡Alerta argentinos!”, exclamó Solanas, “a pocos días de una nueva cumbre de la Unasur –continuó-, mientras el continente reafirma su voluntad de transformar en paz y en democracia su atrasada realidad social y recuperar sus bienes y recursos naturales, Estados Unidos avala en los hechos el Golpe Militar en Honduras, avanza con su IV Flota por nuestros mares y ahora con la instalación de siete bases militares en Colombia. Si el ejército colombiano es semejante al de Brasil, cinco veces mayor al venezolano y muchas más al ecuatoriano, y si las FARC ya no son un peligro, como manifestaran en el gobierno colombiano, ¿contra quién se levanta semejante e innecesario poderío militar?”.
Finalmente sostuvo: “Hay que desenmascarar su objetivo: no es luchar contra el terrorismo como dicen, sino desestabilizar a los gobiernos que no ofrendan obediencia debida a Estados Unidos. Por eso rechazamos la decisión de Uribe que preocupa a todos los presidentes sudamericanos, desde Bachelet a Lula y Cristina Fernández, porque atenta contra el espíritu de hermandad y construcción de una gran unidad del continente.”
Asimismo, Mario Mazzitelli, secretario general del Partido Socialista Auténtico, sostuvo que "sostenemos nuestra más enérgica oposición a la existencia bases militares norteamericanas en América Latina".
"No necesitamos armas, ni asentamientos militares y mucho menos la enajenación de parte de su territorio para que la mayor potencia de nuestro tiempo haga valer sus intereses geo-estratégicos en la región", sostuvo Mazzitelli y agregó: "Por ello, hemos saludado la decisión del gobierno de Ecuador del presidente Rafael Correa de no renovar el permiso para el mantenimiento de la base militar norteamericana en Manta."
Finalmente, el integrante de la Mesa Nacional del Movimiento Proyecto Sur se refirió a la necesidad del complejo militar-industrial norteamericano: "Estos campamentos de guerra, obedecen en primer lugar a una necesidad intrínseca de la industria armamentista de los EEUU. El gigantesco presupuesto militar, mueve una parte de la economía y este complejo militar-industrial presiona sobre el poder político para mantener aquel presupuesto descomunal."
"Pero no nos descuidemos -sostuvo Mazzitelli- porque uno de los objetivos es también el acceso a las riquezas naturales de América Latina" y el otro "es desestabilizar a los gobiernos nacionalistas, progresistas, populares o de izquierda de la región."
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